Por Alfonso Antonio Hernández Vivanco (Universidad de Barcelona)
¿Qué es la sostenibilidad?
La definición de desarrollo sostenible es multifacética y relativamente sencilla de entender, aunque más difícil de implementar. Según las Naciones Unidas, el desarrollo sostenible consiste en “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Es así como el desarrollo sostenible se ha convertido en el principio fundamental para el desarrollo mundial a largo plazo. Por tanto, la sostenibilidad consta de tres pilares denominados el triple resultado: el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente. A nivel macro, estos pilares se ven reflejados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la Organización de las Naciones Unidas ONU para llevar al mundo hacia un futuro más sostenible.
• Igualdad
• Inclusión
• Diversidad
• Salud y seguridad
• Participa en la
comunidad
• Etc.
• Residuos
• Agua
• Energía
• Gases de efecto invernadero
• Contaminación
• Biodiversidad
• Circularidad de los productos
• Etc.
• Crecimiento
• Rentabilidad
• Liquidez
• Valor de la marca
• Manejo de lo activos
• Retorno sobre la inversión
• Etc.
¿Cuál es el primer paso hacia la Sostenibilidad en una organización?
Lo primero es entender que una organización sostenible no considera únicamente la rentabilidad como principal objetivo de sus operaciones. En cambio, deben equilibrarse los tres aspectos del triple resultado: económico (evidentemente), pero también medioambiental y social. Esto implica conocer a fondo las necesidades e impactos en todas las partes interesadas de las organizaciones. Dichas partes interesadas incluyen tanto las internas, como por ejemplo empleados, gerentes y accionistas, como también las externas, tales como proveedores, la comunidad, clientes, el medio ambiente, el gobierno, entre otros.
¿Cómo abordar la Sostenibilidad?
Esto puede variar dependiendo de varios factores tales como el tipo de negocio, el tamaño de la empresa, la realidad del mercado, los impactos sociales y medioambientales, etc. No obstante, de manera general, una organización puede orientarse hacia la sostenibilidad aplicando un enfoque de innovación y mejora continua para satisfacer a las partes interesadas.
Para ello, se recomienda aplicar el ciclo Planificar-Hacer-Revisar-Actuar, siempre teniendo en cuenta los tres pilares de la sostenibilidad (económico, medioambiental y social).
La primera fase, planificar, es seguramente la más crítica al momento de iniciarse en la sostenibilidad. Para ello, se recomienda realizar un análisis de evaluación preliminar para así determinar el estado actual y a partir de allí generar un plan que ayude a fortalecer los puntos en los que existe una ventaja competitiva, y hacer frente a los puntos más débiles en los que es necesario realizar acciones correctivas.
En esta fase es fundamental orientar a la organización hacia los ODS, con una visión claramente orientada a satisfacer las necesidades de las partes interesadas. En base a ello, se deberán plantear acciones concretas que permitan abordar los tres ejes de triple resultado: económico, medioambiental y social.
En la segunda fase, se deben desplegar los recursos, acciones y actividades para implementar el plan estratégico planteado por la empresa. Posteriormente, en la fase de medición, es importante que las organizaciones definan indicadores que permitan monitorear la implementación hacia los objetivos sostenibles planteados en la fase de planificación.
Finalmente, la fase actuar hace referencia a tomar medidas para corregir cualquier desviación o no conformidad. En esta fase, es muy importante enfocarse hacia la mejora continua. No existe un plan infalible ni una empresa perfecta por lo que siempre hay espacio para la mejora. Este debe ser el espíritu para planificar nuevas medidas y volver así al inicio de un nuevo ciclo Planificar-Hacer-Revisar-Actuar.
